Axyom

Un seguro de ciberseguridad (también llamado seguro de ciberriesgos) cubre los costes y daños derivados de un incidente informático, ayudándote a recuperarte y a mantener la continuidad operativa de tu negocio. Las coberturas exactas dependen de la póliza, pero típicamente incluyen:

• Asistencia técnica y acompañamiento post-incidente: acceso a expertos en ciberseguridad que investigarán el ataque, ayudarán a contener el daño y te guiarán en la recuperación desde el primer momento.
• Recuperación de datos y sistemas: cobertura de gastos para restaurar copias de seguridad, recuperar información perdida o reparar sistemas dañados tras un ataque.
• Gestión de incidentes y extorsión (ransomware): apoyo especializado si sufres un ataque de extorsión cibernética. Por ejemplo, asesoramiento para manejar un ransomware e incluso cobertura del pago de un rescate si fuera necesario (según lo que contemple la póliza).
• Responsabilidad por brechas de seguridad y protección de datos:cubre las consecuencias legales si una brecha expone datos de terceros (clientes, empleados). Esto incluye los costes de notificar a los afectados, la asesoría legal y posibles multas o indemnizaciones relacionadas con la normativa de protección de datos (por ejemplo, RGPD).
• Pérdida de ingresos y continuidad de negocio: indemnización por la interrupción de tu actividad mientras tus sistemas estén caídos. El seguro puede compensar la pérdida de beneficios y cubrir gastos extra para que puedas reanudar operaciones lo antes posible.

En resumen, un ciberseguro actúa como una red de seguridad financiera y de soporte: se hace cargo de muchos gastos inesperados y te brinda ayuda profesional para que tu empresa supere un ciberataque con el menor impacto posible.

El precio de un ciberseguro varía según varios factores, por lo que no existe una tarifa única. Aspectos como el tamaño de tu negocio, el sector en el que operas, la cantidad de datos sensibles que manejas, tu facturación anual y el nivel de seguridad informática que ya tienes implementado influyen en el costo. También depende de las coberturas y límites que elijas (no es lo mismo una póliza básica que una más amplia). Por ejemplo, una pyme con pocos empleados y medidas de seguridad básicas podría obtener un ciberseguro estándar por una prima anual desde unos pocos cientos de euros, mientras que una empresa más grande o con mayores requerimientos pagaría más.

En general, los ciberseguros están pensados para ser asequibles en comparación con el daño potencial de un ataque (que en muchos casos puede ascender a decenas de miles de euros). Lo importante es encontrar una póliza adaptada a tu situación. En Axyom, como correduría especializada, podemos ayudarte a evaluar tus riesgos y a obtener la mejor opción de ciberseguro acorde a tu presupuesto y necesidades.

Sufrir un ciberataque puede ser alarmante, pero es importante actuar con calma y rapidez. Sigue estos pasos recomendados:

• Mantén la calma y aísla los sistemas afectados. Desconecta de la red los equipos o servidores comprometidos para evitar que el ataque se propague a otros dispositivos.
• Notifica al responsable de IT o seguridad de tu empresa de inmediato. Informa al encargado técnico (o a tu proveedor informático externo) para que analice la situación y active el protocolo de respuesta.
• Contacta a tu aseguradora o corredor de seguros lo antes posible. Si tienes un ciberseguro, ellos activarán su equipo de respuesta a incidentes para asistirte. (Por ejemplo, en Axyom te conectaremos con expertos que te guiarán para contener y resolver el ataque desde el inicio).
• No cedas ante las demandas de los atacantes sin asesoramiento profesional. Si recibes exigencias de pago de un rescate (típico en casos de ransomware), no pagues ni respondas de inmediato: pagar no garantiza recuperar los datos, y es mejor tomar cualquier decisión con guía de expertos o autoridades.
• Documenta y, si es necesario, denuncia el incidente. Registra todos los detalles posibles (mensajes de error, archivos afectados, horas, etc.). Según la gravedad del ataque, considera informar a las autoridades competentes (por ejemplo, presentando una denuncia a la policía). Además, si se han filtrado datos personales (de clientes, empleados, etc.), recuerda que debes notificar la brecha a la Agencia de Protección de Datos en el plazo legal (aproximadamente 72 horas desde que la detectas).

Los seguros de ciberriesgos suelen cubrir la mayoría de las formas de ataque informático que pueden afectar a una empresa. Algunos ejemplos de incidentes cubiertos son:

• Malware y virus: programas maliciosos que infectan tus equipos o redes (como virus informáticos, troyanos o spyware) y que pueden dañar sistemas o robar información.
• Ransomware: ataques en los que los delincuentes secuestran tus datoscifrándolos y exigen un pago (rescate) para devolverte el acceso. Este tipo de ataque puede paralizar por completo la operativa de la empresa hasta que se resuelva.
• Phishing y fraudes de ingeniería social: técnicas de engaño dirigidas a personas. Por ejemplo, correos electrónicos falsificados que se hacen pasar por comunicaciones legítimas para que reveles contraseñas, información sensible o realices pagos a los atacantes.
• Ataques de denegación de servicio (DDoS): intentos de saturar tus servidores o tu página web con tráfico malicioso, dejando tus servicios online fuera de servicio temporalmente e impidiendo que tu empresa opere con normalidad.
• Intrusiones y brechas de seguridad: accesos no autorizados a tus sistemas por parte de hackers, que pueden resultar en robo o filtración de datos confidenciales de la empresa.

Cada póliza especifica exactamente qué incidentes cubre, pero en general estos seguros abarcan los ataques informáticos más comunes, como los anteriores. Así, si tu empresa sufre cualquiera de ellos, el seguro activará las coberturas de asistencia y compensación que correspondan para ayudarte.

Sí, sin duda. El tamaño de tu empresa no te hace inmune a los ciberataques. Es más, las pymes y startups suelen ser un objetivo frecuente para los ciberdelincuentes, justamente porque a veces cuentan con menos recursos dedicados a seguridad. De hecho, las estadísticas muestran que gran parte de los incidentes de ciberseguridad afectan a pequeñas empresas. Además, un ataque puede resultar incluso más dañino para un negocio pequeño que para una gran corporación: recuperar sistemas o datos críticos puede suponer un coste muy alto y un parón prolongado de la actividad (en casos extremos, algunas pymes no logran recuperarse tras un incidente grave).

Por esta razón, un ciberseguro es tan importante para una pyme como para cualquier empresa mayor. Te brinda un respaldo financiero y técnico clave cuando más lo necesitas. En otras palabras, aunque inviertas en protegerte, si algo falla, el seguro ayudará a garantizar la continuidad operativa de tu negocio y a minimizar el impacto del ataque.

Contar con antivirus, cortafuegos, copias de seguridad y otras medidas de protección es fundamental para reducir el riesgo de un incidente, pero ninguna defensa es infalible al 100%. Los ataques evolucionan constantemente y, en ocasiones, basta con un descuido (por ejemplo, que un empleado abra un correo de phishing disfrazado de legítimo) para que las barreras de seguridad se vean superadas. Un ciberseguro no sustituye a tus sistemas de seguridad, sino que los complementa: entra en juego cuando falla la prevención. Es como tener alarmas y cerraduras en tu oficina y, aun así, contratar un seguro contra robos: las medidas reducen la probabilidad de intrusión, pero el seguro te protege en caso de que ocurra lo peor. De igual modo, si sufres un ciberataque a pesar de todas tus precauciones, el seguro cubrirá los costes de recuperación y te proporcionará ayuda especializada para que vuelvas a la normalidad lo antes posible.

El acompañamiento post-incidente es el apoyo integral que ofrece el seguro (y tu correduría, como Axyom) después de un ciberataque, más allá de la indemnización económica. En la práctica, significa que tras notificar un incidente tendrás a tu disposición un equipo de especialistas que te asistirán en todo el proceso de recuperación. Por ejemplo, estos expertos en ciberseguridad investigarán lo ocurrido (realizando un análisis forense del ataque), te ayudarán a contener y eliminar la amenaza, y te guiarán para restaurar tus sistemas y datos (recuperando copias de seguridad, reinstalando equipos, etc. según haga falta). También recibirás asesoramiento legal para cumplir con tus obligaciones tras una brecha de seguridad (por ejemplo, notificar a los afectados y a la Agencia de Protección de Datos si corresponde) y apoyo en comunicación para proteger la reputación de tu empresa frente a clientes o medios. En resumen, no estarás solo después de un incidente: contarás con ayuda especializada 24/7 para resolver la crisis, minimizar los daños y volver a la normalidad lo antes posible.