Ciberseguro en España: coberturas y cómo elegir bien
Cuando el correo o el ERP caen un jueves a las 10:17, no hay discursos: hay horas de parada, nóminas que siguen corriendo y clientes esperando. Un ciberseguro bien escogido compra esas horas, paga la factura y reduce la probabilidad de que el próximo jueves sea el mismo jueves.
Qué cubre exactamente (y por qué le importa al CFO)
El ciberseguro moderno no es solo una póliza; es un marco operativo con cuatro piezas que se refuerzan entre sí.
Prevención. Muchas pólizas incorporan servicios que reducen de forma significativa la probabilidad de sufrir un incidente. Hablamos de escaneos externos continuos, comprobaciones de configuración en nube, simulaciones de phishing, software anti-ransomware, verificación de antivirus y copias de seguridad gestionadas. Hay estudios y datos de campo que apuntan a reducciones de riesgo cercanas al 50 % cuando se combinan medidas básicas y disciplina operativa. Además, el propio proceso de suscripción obliga a implantar controles mínimos, como MFA, doble firma en pagos, backups probados y segmentación básica, que elevan la resiliencia del negocio incluso antes de que exista un siniestro.
Gestión del incidente. Ante un ataque serio, lo primero es la activación 24/7: coordinación forense, legal, comunicación y dirección técnica del incidente. Es lo que contiene el ataque, decide qué sistemas aislar, prioriza la restauración y dirige la notificación a clientes y reguladores. Ese tiempo de respuesta es dinero y, bien orquestado, acorta la vuelta a la normalidad.
Daños propios. Aquí se cuantifica el impacto directo en tu cuenta de resultados: restauración de sistemas y datos, pérdida de beneficios por interrupción de negocio y gastos extraordinarios para volver a operar. La extorsión y el ransomware se gestionan con especialistas. Cuando la ley y el análisis lo permiten, el rescate puede estar cubierto. El fraude por ingeniería social, como transferencias engañosas, BEC y phishing a tesorería, se reembolsa si está contratado.
Responsabilidad civil. Es el blindaje frente a terceros: reclamaciones por fuga de datos o por haber propagado malware a clientes o proveedores, con defensa jurídica y, en muchos casos, cobertura de sanciones RGPD cuando el incumplimiento no es doloso. Evita que un incidente técnico termine en un problema financiero y reputacional mayor.
Con estos cimientos claros, la diferencia entre productos está en cómo ejecutan estas cuatro capas, qué servicios añaden y dónde sitúan límites y sublímites.
Cuatro enfoques que conviene conocer
Hiscox: wording maduro y panel de respuesta 24/7
CyberClear 360º es un wording trabajado y bien entendido por la mediación en España. La activación de incidentes opera vía panel 24/7 con forense, legal y comunicación, y el siniestro se conduce con método. En daños propios cubre restauración, interrupción de negocio y extorsión. En terceros, responsabilidad por brecha y defensa. En fraude contempla robo electrónico de fondos e ingeniería social cuando se contrata. Suele ofrecer extensiones útiles para fallos de proveedores tecnológicos y ha ido simplificando requisitos previos, algo que la pyme valora. En prevención, apoya con recursos de formación y sensibilización para reducir el error humano.
Stoïk: seguro más plataforma que baja el riesgo durante la vigencia
Su tesis es sencilla: si el riesgo baja cada semana, la póliza es más barata y el siniestro menos probable. Integra escaneo externo continuo, avisos de configuración insegura y simulaciones de phishing como parte de la póliza, además de soporte operativo. En el siniestro ofrece activación 24/7, restauración, interrupción, extorsión y fraude. En capacidad, trabaja con límites altos para pyme y un marco de suscripción pensado para empresas de 10 a 500 empleados que cumplen controles mínimos como MFA, backups probados y segmentación básica. Para direcciones financieras, resulta atractivo porque une prima competitiva con seguridad incluida y un impacto visible en prevención.
Zurich: cobertura completa con utilidades que el CFO entiende
El seguro de Ciberprotección cubre el núcleo: ataque cibernético con restauración, robo de datos con investigación del alcance, responsabilidades, paralización del negocio y extorsión. El fraude puede añadirse como módulo. La diferencia práctica está en los servicios de prevención y continuidad: asistencia 24 horas, anti-ransomware y verificación de antivirus, copias de seguridad diarias en la nube y análisis de vulnerabilidades de web y red. Añade apoyo reputacional y pautas para cumplir protección de datos. Es póliza y, a la vez, operativa. Habla el idioma de continuidad y compliance.
Resilience: póliza y gestión activa del riesgo para mid-market exigente
Propone una relación de asociación: transferencia de riesgo con capacidad relevante y un modelo de Risk Operations que mide, prioriza controles y reduce exposición antes y después del siniestro. El foco está en evitar paradas largas y en resolver ransomware sin pago siempre que sea viable. Funciona especialmente bien en compañías de mid-market con dependencia de SaaS y cloud y con exigencias de clientes grandes. Si la conversación en comité es cómo asegurar continuidad con límites adecuados y gobierno del riesgo, aquí hay encaje.
Cómo elegir sin perder semanas
Empieza por los hechos: dependencia real de sistemas como correo, ERP y ecommerce, exposición a fraude financiero, requisitos de clientes o auditores y controles que ya cumples. Con eso claro, el encaje es técnico. Si necesitas un wording sólido y siniestros bien orquestados, Hiscox encaja. Si buscas subir el nivel de ciberhigiene mientras aseguras, Stoïk tiene sentido. Si quieres servicios incluidos que se notan en la operativa y un discurso claro para finanzas, Zurich es directo. Si eres mid-market con exigencia de gobierno y límites altos, mira Resilience.
La forma Axyom
En la contratación el proceso es ágil y pragmático. Empezamos con un scanner pasivo de 15 a 20 minutos para obtener señales públicas y traducirlas a impacto en euros. Con esa foto, medimos, reducimos y transferimos. Proponemos un plan de 30 días que baja el riesgo de forma tangible y, sobre esa base, negociamos la póliza que encaja, ajustando límites, sublímites, anexos y exclusiones con el lenguaje de tu arquitectura y de tus flujos críticos. Somos el único corredor con equipo especializado en ciberseguridad trabajando junto al área de seguros, lo que nos permite entrar al detalle técnico y llevarlo a condicionado con criterio.
Durante la vigencia de la póliza seguimos a tu lado para que el programa funcione en la vida real. Aseguramos que los procesos se mantienen, por ejemplo MFA, doble firma, backups probados y segregación básica, y que las herramientas de prevención incluidas en la póliza se usan bien. Revisamos lo pactado, resolvemos dudas del día a día y ajustamos donde convenga, de modo que el nivel de riesgo baje de verdad a lo largo del año y el expediente esté listo si un auditor o un cliente lo pide.
Cuando sucede algo, la aseguradora activa su panel 24/7 y lidera la respuesta. Nosotros estamos en tu lado de la mesa. Coordinamos con forense y legal, preservamos evidencias, cuidamos plazos de notificación y velamos porque se cumpla exactamente la póliza. Llegamos más preparados, con controles al día, evidencias ordenadas y contexto trabajado, lo que acelera decisiones, acorta la vuelta a la normalidad y reduce la factura final.
Cierre
Al final, el ciberseguro es una disciplina de continuidad. La prevención reduce la probabilidad; la gestión del incidente ordena el tiempo; los daños propios acotan el impacto en la cuenta de resultados; y la responsabilidad civil protege frente a terceros y reguladores. Cuando estas cuatro capas están bien diseñadas y la póliza se ha negociado con precisión, el riesgo deja de ser una incertidumbre abierta y pasa a estar acotado en coste y en plazo. El resto es método: controles vivos, evidencias en orden y condiciones que se cumplen. Eso es continuidad. Si quieres que lo convirtamos en tu programa, escríbenos aquí .